Análisis lacaniano
  Mito y fantasma
 

CONGRESO DE ANTROPOLOGIA . UNIVERSIDAD DE CHILE. AÑO 2004

 

 

MESA ANTROPOLOGIA Y PSICOANALISIS

 

 

TITULO: MITO Y FANTASMA, UN ESPACIO DE CONEXION ENTRE ANTROPOLOGIA Y PSICOANALISIS

 

 

ERIC MOREAU

eric.moreaupauly@laposte.net

 

 

RESUMEN: Existe un sector común que comparte la Antropología y el Psicoanálisis que es válido investigar porque permite esclarecer el campo de ambas disciplinas. Esta zona compartida corresponde a una función del mito que consiste en poner en relación al hombre con el mundo a través de los temas del origen de la vida,  la muerte, la existencia y el nacimiento. Se trata entonces de temas que se refieren a la existencia del sujeto mismo y de su identidad sexual. Los psicoanalistas observaron que los mitos en la cultura realizaban esta misma función que los fantasmas en el núcleo inconsciente del psiquismo individual a saber, intentar representar la relación del sujeto con la realidad y sus objetos,  y además responder a su pregunta fundamental: ¿ Qué soy ? La articulación entre mito y fantasma será desplegada en referencia a casos clínicos extraídos de curas psicoanalíticas.

Palabras claves: Lo real, lo siniestro, muerte,  cultura originaria, posesión diabólica, vampirismo, fobia, deseo del Otro, mitos, fantasma.

 

 

Son conocidas las obras freudianas sobre la cultura : Tótem y Tabú(1913), El  Porvenir de una ilusión( 1927) Malestar en la cultura(1930). Moisés y el monoteísmo (1939). En estos estudios de etnopsicoanálisis, Freud, antropólogo, se interesó en los problemas culturales dando fuerza a su ambición para esclarecer la organización social centrando su análisis sobre los mitos originarios como respuesta colectiva frente al enigma de la vida. La cultura responde con los mitos frente a los grandes enigmas de la condición humana al igual que el individuo que encuentra una respuesta personal con los fantasmas subjetivos a su pregunta sobre el ser. El aporte del psicoanálisis a la antropología consiste en establecer una relación entre la cultura y el individuo encontrando una clave a partir de una teoría de lo originario, la entrada del hombre en la cultura, su socialización inicial introduciendo una causalidad simbólica en la constitución de la cultura y rechazando una explicación cronológica del proceso del desarrollo de la civilización . El concepto de evolución  de las sociedades  es obsoleto en tanto que explicación única y fundamental del desarrollo de la cultura. El modelo epistemológico de la  evolución de las especies naturales de Darwin y su aplicación en la psicología cognitiva por Piaget está superado en beneficio del concepto de estructura. Es el concepto de estructura el que  permite razonar en términos de tiempos lógicos y de sistemas simbólicos y ya no en términos de desarrollo cronológico lineal. Pero está menos conocido el aporte freudiano a la antropología desde el estudio del pensamiento mágico en el artículo “ Lo siniestro”(1919). El presente trabajo se inscribe en esta última referencia bibliográfica aportando una contribución clínica a la problemática de lo colectivo y de lo individual desde una concepción estructuralista con respecto al pensamiento mágico considerado como el pensamiento que corresponde al primer tiempo lógico de la constitución del psiquismo individual por una parte  y a  la génesis de la cultura por otra parte. Su importancia estructural remite a la primera instancia psíquica en el proceso de  humanización y de socialización del ser humano. Freud lo localizó como momento de la represión primaria, sostenido por la actividad pulsional que permite constituir un espacio psíquico diferenciado entre el mundo interior y el mundo exterior.

Existe una constante en el universo simbólico de todas las civilizaciones que consiste en  la existencia de un estado animista en la historia de su desarrollo cultural cuyas manifestaciones son universales: son demonios que habitan el mundo exterior y buscan  reintegrar la carne  de los vivientes. Se trata de estos personajes semejantes a  dobles errantes, fantasmas, aparecidos, espíritus, en fin todo tipo de entes sobrenaturales animados por intenciones oscuras en un movimiento de reaparición en el mundo de los humanos.

Esta presencia permanente de los entes sobrenaturales en la tierra caracteriza en particular la cultura de los pueblos originarios. Las culturas originarias refieren un pensamiento animista que descansa sobre la omnipotencia del pensamiento, la superstición, la realización mágica de los deseos.

 Pero el pensamiento mágico y animista no está ausente en el hombre moderno. En efecto en la consulta del psicoanalista los pacientes le confiesan  diariamente pensamientos irracionales, creencias místicas, obsesiones religiosas y angustias provocadas por figuras fantásticas y terroríficas. El psicoanalista escucha los relatos fantasmáticos cada vez más alejados de la realidad y del pensamiento lógico a medida que el paciente profundiza el análisis de su inconsciente. Como Freud lo estableció, el psiquismo humano consta de otra realidad: el de la “realidad psíquica,” a la que el sujeto otorga un valor de certeza. Son mitos individuales y colectivos, fantasías, novelas familiares, deseos inconscientes sobre los cuales un juicio de existencia les está atribuido.

En esta exposición, interesa hacer hincapié en el pensamiento mágico desde la perspectiva de un lugar de conexión entre la antropología y el psicoanálisis. Si por una parte, llamamos discurso fóbico al registro de las representaciones de los pacientes de un psicoanalista que padecen de temor excesivo e irracional y si por otra parte denominamos discurso mágico al registro de las representaciones antropológicas de las culturas originarias caracterizado por el animismo, se propone realizar un análisis comparativo entre el discurso fóbico y el discurso mágico de las culturas originarias. En primer lugar se analizará el discurso fóbico a partir de la cura psicoanalítica de un niño de once años atendido durante el año 2004. La fobia remite a la clínica de la angustia que ofrece un dominio de análisis particularmente relevante con respecto al  pensamiento mágico de los sujetos contemporáneos y en especial de los niños. En efecto, los niños relatan sus angustias y miedos acerca de la percepción y de la creencia en la existencia de entes sobrenaturales, espíritus o fantasmas que aparecen en la noche o cuando están solos. En segundo lugar, se analizaran las representaciones culturales en torno a la magia que serán extraídas de algunas figuras míticas en torno al tema del mar en Chile, en particular, de la región de Chiloé.

Mediante el análisis de las representaciones de ambos discursos se demostrará la analogía estructural. Lo que nos permitirá explicar la relevancia del pensamiento mágico tanto para la cosmovisión de los pueblos originarios como para la constitución  de la personalidad de los sujetos modernos. El concepto de sujeto será de este modo esclarecido en su vertiente antropológica y en su vertiente subjetiva.

 

1.      La dimensión de lo Real en del discurso fóbico.

 

Los temas de la posesión diabólica, la devoración caníbal, el vampirismo, en el contexto global del miedo a la muerte, se encuentran en forma permanente en las fobias infantiles. El caso de Patricio, un niño de once años, permite tomar conocimiento del pensamiento mágico y del sentimiento de lo siniestro, esta angustia particular que le está asociada a través de sus relatos y dibujos realizados en sesión analítica.

Patricio está en sexto básico; es un buen alumno. El motivo de consulta es: miedos nocturnos, ataque de pánico y múltiples fobias. La angustia, particularmente intensa durante la noche, provoca un insomnio importante con el consecuente estado de cansancio. En la relación con sus padres, Patricio es muy demandante, siempre pegado a sus padres, es decir buscando permanentemente la presencia física de sus padres, carece de independencia social; es un niño aislado que vive encerrado en su casa y que no juega con los compañeros de su edad. Es el hijo mayor de dos hermanos. Su padre comenta una experiencia emocional significativa con respecto al vínculo afectivo padre- hijo. En el momento del nacimiento, su padre lo miró y se vió en este instante reflejado en su hijo; se hizo esta reflexión a sí mismo: “¡aquí estoy yo!” Desde entonces un vínculo intenso que calificaremos de goce simbiótico o goce del Otro se estableció entre padre e hijo lo que dice relación con la fobia, puesto que su función consiste en generar un movimiento de separación del sujeto con un otro que lo asfixia. La madre se presenta muy reservada, no habla de si misma, solo conversa acerca de la conducta de su hijo.

 Patricio relata que durante la noche, siente miedo a quedar solo por temor a que sus padres desaparezcan raptados por los OVNI. Cuenta que los OVNI son extraterrestres que lo pueden absorber para estudiarlo; a veces ve las luces en el cielo o estrellas que brillan y piensa que pueden ser los OVNI por lo que tiene miedo a ver el cielo.

Los miedos vienen cuando se acuesta; en la cama solo puede mirar hacia arriba porque si mira por el lado pueden aparecer entes como bichos raros, marcianos, necrófagos, muertos; se imagina que lo va a asaltar un mono lo que le obliga a quedar despierto toda la noche para proteger su vida. Siente a veces que alguien lo está mirando por atrás, que ojos salen de la pared lo observan y cuando se da vuelta desaparecen. Cuando todo está en silencio puede aparecer algo, entonces eso le da escalofríos y se despierta. Tiene miedo a Chuqui, el monito animado diabólico. Tiene miedo a un muñeco ventrílocuo que actúa solo. Tiene una muñeca de loza que lo mira fijo, se imagina que se va a mover y pestañear. Alrededor de su casa en la noche escucha al “chupa cabras” rondando; son varios “chupa cabras ”, que chupan la sangre, son vampiros gigantes, algunos tienen alas como los murciélagos.

Tiene pesadillas con dinosaurios, lo pueden raptar, o destruir todo, o matar con un solo golpe con sus garras. Se acercan a él, le acarician el cuello con sus garras, su vida depende de un solo golpe de la pata de este animal. Los dinosaurios se ríen, incendian la ciudad y queda todo destruido.

Otra pesadilla tiene que ver con el suicidio de una niña que se lanzó por la ventana de su departamento y cuyo fantasma volvió a penar en su pieza, bailando, girando, gritando sin cesar asustando al padre de la niña que asiste paralizado por el terror al regreso del fantasma de su hija.

En la cura, Patricio relata sus miedos, y por el proceso de la narración, se transforma en el autor de sus relatos de terror, deviene el cuenta cuentos de sus historias fantásticas, dejando de ser la víctima pasiva propiciatoria del deseo letal de los monstruos, cambiando su posición subjetiva, pasando del estado de presa devorada a la de un sujeto activo creador de sus historias tenebrosas.

El tema de sus relatos cambia e integra una estructura épica con soldados de la Edad Media, Celtas, Escoceses, incluyendo partes de la leyenda del rey Arturo, creando héroes a los cuales se identificaba; caballeros que libraban torneos y combates, en las cuales Patricio participaba luchando contra los malos. En un sueño donde él tenia que afrontar a un malo que iba a descuartizarlo, Patricio me dijo que tenia como única arma, la espada de madera que su padre le fabricó para jugar a los soldados en el patio de su casa. Gracias a esta frágil arma pero que portaba la marca de la fabricación del padre, la espada operó como el don simbólico paterno que se transformó en un poderoso atributo para lograr sustraerse del apoderamiento mortífero del Otro. Gracias a la espada del padre, Patricio logró vencer a su adversario. haciéndolo caer de una torre.

A partir del relato de esta última escena, los miedos empezaron a disminuir progresivamente hasta desaparecer por completo un mes más tarde.  La angustia se hacía cada vez más escasa, los monstruos ya no salían del reino de las tinieblas, mantenidos a distancia por el padre simbólico que dibujaba un círculo de defensa que garantizaba a Patricio un espacio de seguridad en su mundo subjetivo. La espada de madera en este sueño representa de un modo metafórico un significante del Nombre del Padre que permitió reducir el poder maléfico del goce simbiótico y generar un nuevo sujeto separado del goce del Otro.

 

2.      La dimensión de lo Real en el discurso mágico.

 

 

Se presentará a continuación una construcción mítica que recoge figuras mágicas de la cultura de Chiloé en correspondencia de sentido con el discurso fóbico de Patricio. Se propone una traducción simbólica del discurso fóbico al discurso mágico de las culturas animistas operando un pasaje del primero al segundo bajo la forma de una fábula antropológica que funcionaría como una metáfora epistemológica. La presentación de este breve ensayo antropológico, permite realizar un estudio comparativo entre el pensamiento mágico del sujeto fóbico y el pensamiento mágico del sujeto de la cultura. La referencia metodológica a Freud se hace imprescindible puesto que el inconsciente fue descubierto históricamente en 1888 utilizando la fuerza heurística de la metáfora epistemológica que consistió en comparar los registros de la neurología y de la psicología con respecto a la histeria. Se hace referencia al “ Estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas “ publicado en 1893 en el cual Freud establece científicamente la causalidad psíquica de los síntomas de conversión histéricos.

 Si a los Ovni les sustituimos el Caleuche(1) que es un barco en Chiloé tripulado por los brujos, el mito cuenta que la nave emerge en la oscuridad completamente iluminada navegando sin rozar la superficie del agua. Los tripulantes del Caleuche se desplazan con una sola pierna, teniendo la otra doblada por la rodilla hacia atrás. Sus ocupantes, además de los brujos son marineros fallecidos en el océano o pescadores que han sido capturados por estos. Muchas veces el Caleuche se apoderó de personas y, sin dañarlas, las llevó a visitar las ciudades del fondo del mar y a descubrir los grandes tesoros que hay en las profundidades. Reconocemos allí la acción de atraer, absorber a los humanos en el mundo del más allá.

Hay testimonios que indican que todo aquel que pisa el Caleuche se deforma, además de volverse idiota y desmemoriado. Algunos sostienen que aunque una persona haya rozado el barco por un solo instante , se tornará demente y la cabeza le quedará vuelta hacia la espalda para siempre. El riego que corre la persona que franquea el límite entre el mundo humano y el mundo sobre natural es caer en la locura.

Encontramos en la cultura mapuche un animal descrito como una mezcla de zorro y culebra se parece al primero pero tiene la cola de la última, una suerte de chupa cabras mitológico. Se llama ñirrivilu o guirivilu o también conocido como zorro-culebra. Habita en zonas pantanosas, tiene poderes malignos que cuando alcanzan a alguien lo liquidan. Por ejemplo, se sube a la grupa del caballo de un jinete, se aferra con sus garras y luego le chupa la sangre al caballo. El Ñirrivilu sólo se alimenta de sangre de animales y de seres humanos que puede beber la de caballos completos que captura con su cola; pero también chupa la sangre de la gente que se ahoga en su pantano. Algunos dicen que su cola es larguísima y que termina en una uña venenosa que usa para atrapar a sus víctimas, a las que aprisiona como una serpiente constrictora y luego las arrastra hasta el fondo de las aguas.

(1) Montecino S. Mitos de Chile, Editorial Sudamericana, 2003

Los fantasmas, espíritus y almas son entes que pueblan todo el territorio chileno. Encontramos en particular fantasmas femeninos como la Lola que recorre el país de norte a sur. Se la describe como una mujer de excepcional belleza que mató a su amado por celos. Desde entonces se la conoce como un espíritu vengativo. Suerte de sirena blanca cuya voz atrae a los hombres hacia los precipicios. Es particularmente sorprendente su semejanza con el fantasma de la niña que relata Patricio.

El compromiso afectivo que genera el discurso mágico corresponde al miedo o a la angustia; en verdad se trata de un cierto tipo de angustia ligada al tema de la muerte la que impregna estos relatos y que corresponde según Freud, a un tipo especial de miedo que él llamó lo siniestro.(2)

3.      Lo siniestro: una extraña angustia.

En relación con la antropología, Freud emite la hipótesis que el pensamiento mágico de los pueblos originarios corresponde en el sujeto moderno a un momento lógico de estructuración del inconsciente donde este tomaría su raíz. Parece que en el transcurso de nuestro desarrollo individual hemos atravesado una fase de animismo que existe en el pensamiento mágico de los pueblos originarios y que restos y huellas de este son capaces de expresarse.

La atención psicoanalítica de los neuróticos y el estudio del psiquismo infantil en particular, condujo Freud a interesarse a este tipo especial de angustia que surge precisamente a partir de pensamientos relacionados con el animismo, la magia, la relación con los muertos.(la brujería, el hechizo, la omnipotencia del pensamiento, la repetición no intencional de los fenómenos, el doble real, las imágenes de mutilación y de castración.). Todos estos factores transforman la angustia en un sentimiento de extraña familiaridad que asusta.

(2) El hombre moderno considera estas historias como el producto de la imaginación de los pueblos originarios, motivo por lo cual le adjudica un juicio de incredulidad. Sin embargo, escuchar estos mitos ejerce una cierta fascinación sobre su mente civilizada, un delicioso y leve sentimiento de miedo que puede ser exacerbado mediante los procesos estilísticos del arte como en el género de las películas de terror especialmente ligadas al tema de la posesión diabólica( ej.: “El Exorcista”). El relato de estas historias míticas despierta un sentimiento extraño, mezcla de miedo con un sentimiento de familiaridad.

 

Es un tipo especial de angustia, que se llama en alemán “ Hunheimlich” y está traducido al castellano como lo siniestro (3). “Hunheimlich” está compuesto por dos palabras: ” Heimlich “ que significa lo hogareño, lo familiar, que en su dimensión afectiva remite al calor del hogar, al ambiente de tranquilidad, de paz y de seguridad que se desprende de la atmósfera familiar. La palabra “Un”  significa restar, privar ( reprimir) .

Es decir, lo que habitualmente es lo más conocido y lo más pacífico en nuestro entorno habitual, de repente se transforma, en un ambiente hostil, con claras intenciones amenazantes para la vida de la persona que lo vivencia. Un peligro de muerte puede surgir en ciertos momentos( durante la noche, en situación de aislamiento o de soledad, en el silencio) en el seno mismo de nuestro proprio hogar como si la muerte habitara desde siempre nuestra propia casa y que bajo ciertas condiciones, súbitamente se produciría.

Por ejemplo, el sentimiento de la presencia de fantasmas, el miedo al retorno de los muertos, la aparición de espíritus, las fuerzas ocultas amenazantes, la sospecha de ser víctima de los brujos, la idea insólita de ser víctima de demonios y de monstruos, el movimiento de los objetos inanimados como los juguetes que se animan solos en la noche.

 

 

4.      La represión originaria

 

 

La hipótesis de Freud es que lo siniestro, proviene del retorno de algo que ha sido reprimido anteriormente. Pero el contenido de lo reprimido no es nada nuevo o algo desconocido sino por lo contrario algo familiar, que se transformó en algo extraño por el proceso de la represión.

 

 

 

(3) Freud S. Lo siniestro, O.C. , Amorrortu

Entonces lo siniestro es algo que debía haber quedado en la sombra y que se hizo visible. nuestra relación con la muerte está caracterizada por su represión en un primer tiempo y por el retorno de lo reprimido en un segundo tiempo en el campo perceptivo, bajo la representación de lo demoniaco generando este sentimiento particular de lo siniestro.

Esta represión es la condición para que el hombre pueda constituir un primer espacio psíquico interno, una suerte de primer estado subjetivo en el movimiento progresivo de la constitución de la estructura psíquica operando una primera delimitación entre el mundo exterior y el mundo interior. Esta operación de represión primaria que consiste en la división entre lo exterior y lo interior, es la condición originaria para que toda existencia humana pueda construir un mundo subjetivo.

A la inversa, cuando la frontera entre las fantasías y la realidad está borrada, el límite entre lo subjetivo y lo objetivo desaparece, y se presenta como real algo que habíamos considerado como fantástico; es en ese momento que surge lo siniestro. Esto lo comparte el pensamiento mágico, el psiquismo infantil y el pensamiento de los neuróticos.

El análisis del discurso mágico de las culturas originarias deja aparecer unidades temáticas constantes y repetitivas tales como la constitución y la existencia de un mundo sobrenatural paralelo al mundo de los humanos que sería como una copia de nuestro mundo pero sin las limitaciones del nuestro. La vida es eterna, los seres son inmortales, la belleza es extraordinaria, la riqueza ilimitada, la fuerza de los brujos invencible, la verdad es por fin conocida, el goce  es absoluto, hay omnisciencia y omnipotencia. El deseo humano es por fin satisfecho sin falta, sin prohibición, sin restricción ; este estado de goce pleno corresponde a lo que el psicoanálisis llama la significación fálica.

 Es más, los entes mágicos tienden a atraer permanentemente a los humanos en el reino de las sombras (hacer desaparecer, aprisionar, perder, ahogar) para transformarlos en víctimas de un brujo y someterlos como esclavos para la eternidad o apoderarse de su mente( seducir, encelar, embrujar, ). La figura del vampiro es relevante en este sentido y remite en psicoanálisis a la identificación oral primaria donde la pulsión oral desarrolla su circuito: devorar, ser devorado, hacerse devorar o chupar, ser chupado, hacerse chupar. El destino de la víctima es la muerte o la locura. El sentimiento de ser vigilado en todo momento , de no poder tener un espacio de privacidad es también un característica constante. Esto hace eco al mito teórico del psicoanálisis siguiente.

Al principio hay una dependencia originaria total ligada a la existencia humana que consiste en que el niño está impregnado por los discursos y deseos de sus padres . En un primer tiempo, el niño no es más que el lugar simbólico que sus padres le otorgaron con todas las esperanzas y dolores que su historia familiar registra. Apéndice que prolonga el cuerpo materno con respecto a lo que a ella le hace falta, un pequeño falo cargado de todos los sueños maternos y paternos que podrían ser realizados a través de la vida del hijo. Este determinismo constituye el lecho primordial de la cultura que lo acoge con respecto al cual el niño no tiene otra opción que identificarse a ella. Esta situación constituye un estado de alienación primordial que no permite al niño construirse como sujeto sino al contrario, está preso en el entorno simbólico que anula su singularidad y la disuelve en el discurso de los otros. Su función en este tiempo lógico de la estructura, es ser el objeto del Deseo del Otro, de la Cultura. Resulta que su identificación a esta posición produce la desaparición de su identidad propia, su muerte psíquica, su reducción a una nada. Un estado afectivo traduce su condición de sometimiento insoportable a su entorno familiar y cultural, es el sentimiento de desamparo radical: “Hilflosigkeit” en el idioma de Freud, que es la dependencia total de la condición humana de un universo simbólico en esta época, donde el primer sobresalto liberador es el grito.

Los gritos de las guaguas son gritos de rechazo de este estado de desamparo y de alienación en el deseo del Otro. La negación, la oposición del niño a obedecer, a ser alimentado o ayudado, corresponde al rechazo primordial de los determinismos familiares y culturales. Rechazando el Deseo del Otro, el niño niega los determinismos, el lugar del objeto fálico que tendría que haber ocupado en el Otro materno. La madre desearía que el niño se identifique con su falta y que forme con ella una unidad paradisíaca.

El deseo de formar una unidad en el origen es el estado que el niño tendría que haber realizado con su cuerpo identificado al falo. Pero si el niño aceptara este lugar, la consecuencia de esta identificación sería su desaparición. Entonces la significación del falo es rechazada al exterior para asegurar la propia existencia, es decir, se debió expulsar el exceso de goce de la representación del cuerpo; pero en contra parte, se debió vivir en exilio, fuera del mundo de la demanda materna, poblada de apariciones y de fantasmas fálicos.

En el tiempo incestuoso de la identificación del cuerpo del niño con el falo, este trauma sexual engendra un rechazo (Austossung) de algo insoportable que constituye lo real. Este movimiento de exclusión corresponde a la explicación de la represión primordial.

A partir de este rechazo, la significación fálica va investir todo lo exterior doblando la realidad de un mundo paralelo en una dimensión mágica. El mundo exterior resulta de la expulsión. Esta represión originaria establece la línea fronteriza entre mundo interno y mundo externo.

 

Bibliografía

 

Freud S. , Lo siniestro, O.C. , Amorrortu

Freud S. , La negación, O.C. , Amorrortu

Lacan J. , Escritos, siglo XXI, México, 1992

Levi-Strauss C., Antropología estructural

Montecino S., Mitos de Chile, Editorial Sudamericana, 2003

Pommier G., Qu´est-ce que le” Réel”? , Editions érès, 2004

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANEXO

 

            En el artículo sobre la negación(1925), Freud da la clave para entender la formación del juicio intelectual, en particular en los juicios de atribución y de existencia. En el primero, se trata de la atribución o no atribución de una cualidad de una cosa. En el segundo, la cuestión es decidir sobre la existencia o no de la realidad de una imagen. De este modo en el juicio de atribución el otorgamiento de una cualidad a una cosa (teniendo en cuenta que en este nivel opera el principio de placer) depende de que sea lo suficientemente bueno para que esté “dentro de mi”, para que sea admitida y afirmada en el sujeto como una Bejahung , como un significante afirmativo que viene en el lugar de la cosa para representarla. Si la cualidad es negada la cosa queda rechazada,” fuera de mi “, es Ausstossung, no es admitida en lo simbólico. La diferencia entre lo que es aceptado y lo que es rechazado es igual al corte que existe entre el sujeto y lo que va por fuera del sujeto , entre lo que es y no lo simbólico. La división del adentro y del afuera corresponde a un momento donde lo interior es lo real que ha pasado a lo simbólico y lo exterior es el resto de real que queda fuera de lo simbólico, expulsado de lo simbólico, un resto inasimilable por el significante.

El estudio del juicio, nos revela la manera como se genera la función intelectual a partir del juego primitivo de las pulsiones. La función intelectual del juicio consiste en afirmar o negar contenidos del pensamiento. El juicio de atribución es el desarrollo ulterior de la inserción en el yo o de la expulsión fuera del yo. Esta polaridad pulsional originaria parece corresponder a la oposición de dos tipos de pulsiones: Eros en tanto que tendencia a la unificación es el antecesor de la afirmación. Thanatos en tanto que tendencia a la destrucción y que funciona sobre el modo de la expulsión, está al origen de la negación.

Las pesadillas de los niños y el mundo animista de las religiones describe un mundo invadido por el Deseo del Otro. Un goce en exceso, goce del Otro

Lo real es alguien, la mitad de nosotros, un doble que rechazamos para no ser devorado. la representación fálica del cuerpo.

 Por una parte, rechazan lo que los aniquilarían, el deseo fálico de que no busca realizarse directamente sino por el medio de las pulsiones movilizadas en el vínculo madre-hijo.

            La angustia de este real corresponde a la angustia de la castración materna y la significación fálica correlativa. Rechazar el uno de la unión materna constituye para el sujeto una deuda eterna con respecto al deseo materno.  Este rechazo es necesario porque identificarse al falo que la madre no tiene equivaldría a la muerte y desencadenaría la pulsión de muerte. El acto de supervivencia originaria produce un real exterior investido por la significación psíquica del falo. Algo que se parece a nosotros, que es íntimo nos está observando desde afuera. Lo que ha sido expulsado insiste perceptivamente. Por la vía de las sensaciones lo real reaparece en la percepción , infinitamente desdobladas por las pulsiones sin el rechazo de estas, la conciencia se disolvería. Este doble de la materia potencialmente alucinatoria, da a lo real su dimensión angustiante, justamente esta misma que los niños perciben durante un tiempo más o menos largo en sus pesadillas y eventuales fobias. Es el eterno retorno del falo rechazado un ser originario al cual había que identificarse. Lo que no apareció en lo simbólico retorna desde lo real, lo real de la percepción y de las pulsiones.

 
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